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palabra determinada, en este caso en particular: violencia y cómo se puede vincular esta al
entorno inmediato (hogar-comunidad-centro educativo). A partir de ahí, se inicia un proceso
generador de ideas que varía de aula en aula, pero que conduce hacia una misma dirección:
la participación y la construcción de relatos colectivos cortos, dinámicos, dispuestos a
describir el entramado social en que habitan las personas jóvenes.
Luego de que se recuerda una situación específica del entorno más inmediato, es más
sencillo construir personajes con determinadas características y describir escenas (ambientes)
en los que ocurre la historia. Finalmente, con ejercicios de narración oral de historias, los
relatos saltan del papel hacia la socialización con las otras personas jóvenes participantes de
la sesión.
¿CÓMO SE NARRAN LOS BARRIOS Y SU VIOLENCIA DESDE LA MIRADA
JOVEN?
Cada barrio tiene historias que contar, personajes y lugares específicos que narran sus
identidades. Las personas jóvenes reconocen que no siempre se dedica suficiente tiempo,
desde las aulas de secundaria, a reflexionar sobre lo que acontece en sus comunidades ni
sobre lo que les preocupa sobre su entorno.
Al colocar la palabra “violencia” en la pizarra y completar el ejercicio de “lluvia de ideas”,
las personas jóvenes asocian el concepto con palabras como: “desigualdad, los abusos de mi
novio, poder, mentiras, silencio, ignorar a otros, cyberbulling, fotos con ofensas, tristeza,
ansiedad, anorexia, vómitos, dolores de cabeza, inseguridad, frustración, desvelos, pérdida
de peso, tratar mal a los padres, desconfianza, cortarse, enojo, sentirse menos, antisocial,
desprecio, mal humor, homofobia, racismo, xenofobia, miedo, autolesiones, ansiedad, estrés,
mentir, enfermedades psicológicas, suicidio”. Los conceptos asociados al tema en cuestión
revelan un vínculo con la agresión que sufren en su centro educativo, espacio de la
comunidad en el que están en promedio ocho horas diarias, con un alto componente de
agresión de tipo psicológico. De hecho, varios estudiantes hacen énfasis en el ciberbullying
como principal canal por el que circulan ofensas y agresiones contra compañeros y
compañeras, tanto en barrios rurales como urbanos.