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En la provincia de Cartago en las comunidades más rurales y alejadas se ha evidenciado el
desinterés de las personas jóvenes por compartir con sus familias, centrando su atención afectiva
hacia las relaciones impropias o al consumo de drogas. En el 2018, el único hombre de un grupo
de jóvenes que participó del programa, abrió sus sentimientos con la facilitadora, por protocolo se
alertó al centro educativo y se le dio un acompañamiento psicosocial intrainstitucional. Este joven
llegó a ser parte de la organización y ejecución de un taller para las familias del grupo y familias
de otras personas del centro educativo que consistía en jugar un rally que iba dando información
sobre el bienestar animal, el taller cerró con un obsequio para cada participante, una toalla para el
baño, con una imagen y frase creada por el grupo.
Por otro lado, muchas de las personas estudiantes han manifestado que las actividades lúdicas
y potenciar sus habilidades en un servicio a otros, les llena de autonomía y perciben motivación
vocacional hacia las ciencias biológicas, la medicina o las artes, debido a que encuentran un espacio
seguro donde ensayar sus capacidades personales y colectivas.
Esto se evidencia en lo indicado por Smith (2019) que al realizar un grupo focal en el 2018 con
55 estudiantes de cinco centros educativos: Liceo Los Lagos, Liceo Teodoro Picado, CTP de Osa,
CTP San Pablo de León Cortés y el Liceo Rincón Grande de Pavas, refleja testimonios de las
personas estudiantes como: “Soy tímida, Me comunico mejor gracias al servicio comunal” “Me
metí a trabajar con patitas” “Yo doy consejos de cómo cuidar a los animales” (p 7.). Las personas
estudiantes indicaron también que una de las habilidades menos trabajadas fue el
autoconocimiento, sin embargo, en el 2019 se tuvo un crecimiento de casi un 2%.
Aún ahora, donde el programa se desempeña de manera virtual asincrónica, la metodología
invita a ese autoconocimiento necesario para reconocerse como individuos pensantes y sintientes,
con derecho a la expresión y criticidad ante problemáticas donde se ven inmersos y como posibles
seres de acción hacia su comunidad.
Durante el proceso se han identificado personas jóvenes que ingresan con poca apertura al
juego, dificultad de relacionarse con sus pares, tienen conflictos al compartir una idea o un gusto,
incluso mirarse a los ojos o dar una palmada en conjunto les provoca incomodidad. También se ha
encontrado grupos que ingresan con una apertura motivadora y con un mayor desenvolvimiento